miércoles, 25 de marzo de 2015

Jardines verticales: entornos de trabajo más naturales


tendencias

Los muros verdes y los jardines verticales comienzan a ser un paisaje habitual en las ciudades y los edificios. Este recurso se adapta a la realidad de la falta de espacio y crea un entorno más natural dentro del hábitat urbano ayudando a mitigar los efectos del cambio climático, controlar la temperatura y reducir la contaminación ambiental. Los espacios de trabajo ya están incorporando esta tendencia, que no sólo embellece el entorno laboral, sino que además beneficia la salud y disminuye el stress de los empleados.

En la actualidad, más de la mitad de la población mundial vive en las ciudades, esto implica que los asentamientos urbanos sean cada vez mayores y la superficie cubierta con cemento cada vez más grande. Al mismo tiempo, el cambio climático está produciendo fenómenos graves como el aumento de las temperaturas globales, el derretimiento de los hielos del Ártico, lluvias excesivas, sequías, temperaturas extremas, entre otros.

En este escenario cada vez más degradado, es importante comenzar a pensar en soluciones que colaboren con la preservación del ecosistema. Desde Contract Workplaces, como expertos en conceptualización, diseño y construcción de espacios de trabajo, advierten que cada vez son más las compañías que están incorporando muros verdes y jardines verticales en sus oficinas.

Los beneficios de tener muros vegetales en la oficina

Además de mejorar la estética en las fachadas o paredes donde se aplican, los muros verdes o jardines verticales contribuyen a disminuir la temperatura ambiente y la contaminación sonora. Otro punto importante es que mejora la calidad del aire interior combatiendo el Síndrome del Edificio Enfermo (SEE), generado por el polvo, polen y gases tóxicos, ya que las superficies expuestas a la vegetación son capaces de filtrar las partículas del aire frente a la contaminación atmosférica.

Las plantas constituyen un factor de satisfacción porque de algún modo representan un vínculo con la naturaleza, su presencia estimula la conciencia de una realidad menos artificial. Algunos estudios demuestran que la interacción con plantas en los lugares de trabajo puede cambiar la actitud, el comportamiento y las respuestas psicológicas de las personas, los niveles de estrés se reducen tan solo mediante la observación pasiva de un lugar verde. En definitiva, los muros vegetales no sólo favorecen a tener un entorno de trabajo más natural, sino que también contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas.

Muros verdes y jardines verticales

Un muro verde se desarrolla sobre una pared exterior, en su mayoría con plantas trepadoras. Un jardín vertical, en cambio, no tiene contacto directo con la superficie sobre la que se aplica, ya que se implementan sobre una estructura libre, construida para tal propósito, amurada a la pared. Pueden desarrollarse en muros nuevos o existentes, fachadas, paredes exteriores o interiores, patios o galerías; al crearse el nicho de desarrollo, se puede ubicar en cualquier espacio.

El mantenimiento por lo general es muy simple, la irrigación y la fertilización están automatizadas y sólo hay que realizar poda de hojas o flores secas. Al momento de diseñar el jardín, se deberá tener en cuenta la temperatura y la humedad media tanto en el exterior como en el interior. La orientación determinará la cantidad de iluminación que recibirá: en el caso de plantaciones ubicadas en el exterior hay que tener en cuenta las sombras que arrojan las construcciones aledañas y para las que se ubican en el interior, habrá que contemplar su cercanía con la luz natural.