viernes, 29 de agosto de 2014

Fuerte paro de la CGT


política

Si bien funcionaron algunas líneas de colectivo y de la circulación de la mayoría de las líneas de subterráneo (menos la B que conducen los Metrodelegados), la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y ciudades del conurbano bonaerense estuvieron vacías durante la jornada.

El paro realizado por Hugo Moyano, Luís Barrionuevo, Gerónimo Venegas, Pollo Sobrero, partidos de izquierda y Pablo Micheli, tuvo una gran adhesión. Desde la CGT se señaló que el Gobierno presionó a algunos gremios para que cumplieran con la jornada laboral. Hoy se observó la inconformidad de los trabajadores argentinos y muchos no fueron a su lugar de trabajo.

Estaciones de trenes y colectivos vacíos, subtes con escaso flujo de personas, un puerto sin actividad, locales comerciales cerrados, vuelos cancelados en su totalidad entre cuestiones fueron el reflejo de un día atípico en Buenos Aires. “No se va a mover un alfiler”, había anticipado Hugo Moyano y así fue.

A las 16:00, Moyano, Barrionuevo, “Momo” Venegas, Abel Frutos, Juan Carlos Smith, entre otros líderes sindicales, brindaron una conferencia de prensa. Luego de expresar que el paro tuvo un gran alcance a nivel nacional y escuchar las diferentes canciones, que con mucha creatividad coreaba la multitud en el salón Vallese de la CGT, Hugo Antonio Moyano manifestó: “Agradezco a todos los trabajadores que apoyaron la medida. El gobierno puede negar que no hay inflación, pueden decir que bajó la inseguridad pero lo que jamás van a poder negar es la voluntad del trabajador. El trabajador está con bronca quiere mejores condiciones.”

Moyano culminó: “Esperemos que el Gobierno escuche el pedido del trabajador, de todas formas continuaremos luchando”.

El ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, evaluó esta tarde que, pese al paro dispuesto por un sector del sindicalismo, “la gran mayoría del pueblo argentino ha concurrido a trabajar a lo largo y ancho del país” y repudió los piquetes y los hechos de violencia registrados, aunque afirmó tener “tranquilidad, porque me consta que nunca son los trabajadores” los que los cometen.