lunes, 25 de marzo de 2013

Señalan que detectado a tiempo, el cáncer de colon es casi curable


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En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Prevención del Cáncer Colorrectal, que se celebra el próximo domingo, el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, resaltó que la detección temprana del cáncer colorrectal permite una curación por encima del 90 por ciento". En tanto, indicó que mientras que cuando los pacientes consultan con enfermedad sintomática la probabilidad de curación se ubica en el 60 por ciento, aproximadamente. Por eso es tan importante contar con información adecuada y tomar medidas de prevención”.

El cáncer colorrectal es un problema de salud pública en todo el mundo, tanto por la cantidad de mujeres y hombres afectados como por las complejidades que impone su abordaje. En Argentina, cada año se producen alrededor de 11.500 nuevos casos y 6.800 muertes por esta causa. “Sin embargo, este cáncer tiene una característica que no tienen los otros de mayor incidencia y mortalidad: una lesión precursora –pólipo adenomatoso– que crece muy lentamente y durante muchos años”, explicó por su parte Ubaldo Gualdrini, coordinador del Programa Nacional de Prevención y Detección Temprana del Cáncer Colorrectal del Instituto Nacional del Cáncer (INC), organismo dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, al tiempo que destacó que “pueden transcurrir de 10 a 15 años antes de que se desarrolle la enfermedad, por lo cual hay tiempo suficiente para interceder en esa cadena de hechos, sacar los pólipos y evitar la aparición del cáncer”.

Hay dos formas de prevenir el cáncer colorrectal. La primaria, que son todas aquellas cosas que una persona puede hacer en relación a su vida diaria, como mantener una alimentación saludable, rica en frutas y verduras; evitar las carnes rojas y las grasas; hacer ejercicio físico regularmente; y disminuir la ingesta de alcohol y el consumo de tabaco.

A eso que hay que sumarle la realización de estudios preventivos, como se hace en otros tipos de cánceres. “En la población general (quienes no tienen ningún tipo de antecedentes, ya sean personales o familiares, que aumenten el riesgo), hay que empezar a partir de los 50 años, tanto en hombres como en mujeres, porque el cáncer colorrectal afecta casi por igual a unos y otros”, detalló Gualdrini, y agregó que “si uno tiene un familiar de primer grado (padre, madre, hermano o hijo) con cáncer o pólipos de colon, probablemente se requieran estudios a más corta edad. En ese caso hay que consultar con un profesional para que evalúe la situación”. En cuanto a los síntomas, en la etapa de pólipo o temprana la enfermedad puede ser asintomática. “Este es el gran desafío que tenemos, que las personas se realicen los estudios aún sin tener síntomas”, consideró el especialista del INC. Por otro lado, “los síntomas que presenta el cáncer colorrectal son absolutamente inespecíficos. Esto quiere decir que pueden ser producidos por múltiples enfermedades. No obstante, son signos de alerta para realizarse un chequeo”, detalló.

Los síntomas más frecuentes son el sangrado por vía anal durante las evacuaciones, aunque en la mayoría de los casos esto es producido por patología benigna, como las hemorroides. No obstante, cabe destacar que esta situación debe llevar a la realización de un estudio diagnóstico. Otro signo tiene que ver con el cambio en la manera habitual de evacuar: “por ejemplo, aquella persona que tiene un mismo hábito durante toda la vida y, sin embargo, éste cambia sin que se haya modificado la dieta o el estilo de vida”, advierte Gualdrini. También se pueden presentar dolores abdominales, rectales, pérdida de peso o anemia, entre otros.

No obstante, hizo hincapié el experto, “no queremos más que los pacientes se estudien solamente cuando tienen síntomas, sino en una etapa temprana, momento en el que si existe un tumor las posibilidades de curación son altas y los tratamientos, incluso, son mucho menos invasivos”.