domingo, 11 de julio de 2010

EN VACACIONES IR A LA CAMA DE LOS PADRES ES UNA TENTACIÓN PERO NO UNA SOLUCIÓN


opinión

La cama de los padres tiene un atractivo especial para los niños, sobretodo los más chiquitos (de 8 años de edad para abajo) allí quieren ver televisión, comer, saltar en el colchón tipo cama elástica, y por supuesto “Quedarse A Dormir”: lo común es escuchar “porfi, porfi, un ratito más y me voy". Los padres que llegan cansados de todo el día (la mayoría de las veces) no tienen fuerza ni ganas de poner límites y reordenar la cuestión. Muchos sienten culpa por haber estado ausentes todo el día y creen que dejando a los niños en su cuarto recuperan el tiempo perdido.

El tiempo perdido está perdido, no se recupera, dormir con los hijos en la misma cama no soluciona nada, confunde a los niños los vuelve inseguros, infantiles pierden confianza en sí mimos y retroceden en sus logros evolutivos (ej: se vuelven a orinar, a hablar como bebés). Pero existe otro espacio (aunque sea corto, pero diario) que es el del amor, el del diálogo, el del orden (y no del caos) que tranquiliza y calma a los niños.

Cenar todos juntos en familia en la mesa, jugar un ratito (si se puede) o leerles un cuento en la habitación de los niños antes de irse a dormir,l es permite salir del caos y confusión “de todos juntos y mezclados es mejor “, éstas conductas son por la angustia que les genera a los niños la falta de diferenciación, de roles quien es mamá y papá, de límites por ej “acá no se juega, no se salta, no se come" como así también decirles la verdad sobre si van a salir a la noche y no escaparse sin avisar, aunque la que los vaya a cuidar sea la abuela o la tía.

La cama de los padres cuando ellos no están les da cierta seguridad frente a la sensación de abandono, pero cuando éstos están y no los miran sólo los dejan estar ahí: les puede crear ansiedad, insomnio, inquietud, imposibilidad de estar quietos, desconcentración en la escuela, trastornos de aprendizaje, etc. debido a que no se sienten tenidos en cuenta, escuchados, registrados como sujetos importantes para ellos. Esto trae aparejado una baja en su autoestima, tristeza y hasta depresión.en casos más graves.

Es conveniente: Para los padres turnarse entre ellos para que en lo posible uno de los dos esté más temprano en la casa.

Aprovechar los fines de semana, feriados, vacaciones para estar en familia.

Mantener los roles adultos (mamá y papá dicen: que no) jugar y dialogar con la verdad aunque sea un ratito por día: antes de ir al colegio y sobretodo antes de irse a dormir.

En casos más complejos, consultar un especialista en niños.

Doctora Claudia Amburgo de Rabinovich
Médica psicoanalista especialista en Niños y Adolescentes APA IPA. MN: 51787