miércoles, 24 de marzo de 2010

POSSE RECLAMÓ REFORMAS POLÍTICA Y DEL ESTADO


política · san isidro

“Debe darse una reforma política que cambie la modalidad de votar cada dos años, hecho que más que una renovación genera desgaste y apatía en la ciudadanía. Crear el voto contrato para que las promesas hechas durante la campaña se cumplan; que los legisladores provinciales se elijan por regiones más pequeñas a través de un sistema mixto, mitad por lista y mitad por nominaciones personales, estimulando así la proximidad de representantes y representados”, dijo esta tarde el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, durante la apertura del seminario sobre “Área Metropolitana de Buenos Aires: Diagnóstico y Propuestas”, que organizó el Instituto de Gestión Pública junto con la Fundación Espacio Progresista.

El encuentro congregó a un calificado auditorio de académicos, políticos y especialistas en el Salón de Actos “Manuel Belgrano” del Senado de la Nación, ubicado en el 4º piso del edificio de la ex Caja Nacional de Ahorro Postal, Solís 125, Capital Federal.

“La injerencia de los vecinos a través de su representación directa en los distintos cuerpos legislativos llevará de modo auténtico las inquietudes de las comunidades a las Cámaras en pos de buscar respuestas prácticas y concretas, evitando la “domesticación política” de las Intendencias a fin de garantizarles gobernabilidad local”, sostuvo el jefe comunal sanisidrense.

“El desafío de hoy es la construcción de un federalismo real con base en los municipios. Ello permitirá que se estructure una agenda estrictamente focalizada en los intereses de cada Provincia, desarrollada por sus propios representantes bajo el ojo garante y controlador de los ciudadanos. Sólo aquellas administraciones provinciales que se descentralicen primero pasarán a la historia”, remarcó Posse.

“De ese modo, el Área Metropolitana de Buenos Aires dejará de ser el lastre del país por la cantidad y complejidad de sus problemas actuales para pasar a ser la locomotora en serio de un país que merezca ser vivido”, precisó.

“No hay otra posibilidad para resolver el problema -pensando en el hoy y en las futuras generaciones- que una profunda reforma política que trascienda la cuestión de cada uno de los gobiernos respecto de lo que hace más de 25 años se ha dado en llamar el AMBA”, concluyó.