miércoles, 28 de octubre de 2009

ARTISTA POR ARTISTA


cultura

Cesáreo Bernaldo de Quirós es el artista del mes en Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat

Este martes 27 de octubre a las 19:00 Juan Lascano (62) nos contará su visión de Quirós, a través de la obra del maestro entrerriano. El rescate del oficio del pintor, el virtuosismo técnico, así como también en el manejo de los recursos lumínicos, características afines al artista homenajeado, serán abordados en profundidad en esta conferencia.

La actividad con entrada gratuita se desarrollará en el Auditorio de la Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat. Olga Cossenttini 141, Puerto Madero.

Acerca del pintor Juan Lascano
Por Ignacio Gutiérrez Zaldívar

Lascano es uno de los artistas argentinos más afamados en los circuitos de la arte internacional, donde ha logrado insertar sus pinturas con éxito en subastas de Nueva York concurridas por acaudalados coleccionistas. ocupa un sitio privilegiado entre los cultores del realismo contemporáneo latinoamericano. Nació en La Plata en 1947 y pintó su primer cuadro a los 10 años, montó su primera muestra a los 20 y desde entonces nos cautiva con la magia de sus pinceles. Vive y trabaja desde hace 5 años en Bariloche.

Es, en mi opinión, el más importante artista realista que ha dado el Arte de los Argentinos y lo considero junto con Antonio López García y Claudio Bravo uno de los tres mayores realistas que existen hoy en el mundo. Es un hombre de una cultura fuera de serie y conocedor de la historia y los secretos de la pintura. En todas las técnicas que utiliza (óleo, acuarela, temple) es de una calidad sobresaliente y maneja una gran variedad temática. Frente a su modelo, ya sea una figura o una naturaleza muerta, su mayor preocupación es plasmar la luz, el reflejo que ella produce sobre los elementos.

En sus bodegones se destaca el uso de objetos que quizá no le daríamos importancia y él los recrea con una belleza que los hace únicos y extraordinarios: “Los objetos cotidianos, sencillos, adquieren con la luz una magia profunda y esencial, que les otorga cualidades arquetípicas. De ahí mi pasión de siempre por el bodegón, ese conjunto de sobrios cacharros y paños blancos, que junto a panes y frutos, me reclama largas horas de sereno pintar…”

La pureza y la transparencia se reflejan de una manera extraordinaria cuando el género que desarrolla es el desnudo. Es deslumbrante el tratamiento que realiza de la piel: “El color de la piel tiene una riqueza infinita, y como yo pinto del natural, a medida que va cambiando el día, a medida que van cambiando las horas del sol, se va reflejando todo en la piel”, dice Lascano.
Sin duda el paisaje es lo más escaso de su producción, porque Lascano pinta siempre frente al modelo. Sus paisajes pueden llevarle 3 meses de trabajo ya que debe esperar que se repitan las mismas condiciones de luz y clima para poder terminarla. Radicado en Bariloche desde el 2005, ante la monumentalidad de la naturaleza, ha realizado obras magníficas.

Nacido en La Plata, su infancia estuvo rodeada de un ambiente cultural, ya que su padre era abogado y poeta. Un amigo de la familia, el artista Raúl Rivera, fue quien le enseñó a mezclar los colores, también tomó clases con el gran maestro catalán Vicente Puig, pero Lascano reconoce que su mayor aprendizaje ha sido a través de lecturas y de experimentación propia. Cuando terminó el colegio secundario viajó a España, con una beca de estudios. Instalado en Madrid, pasaba largo tiempo en Museo del Prado, rodeado de obras de Velázquez, Goya, Zurbarán, Murillo y El Greco, a quienes considera sus pintores preferidos. De regreso a la Argentina, Juan Lascano comprende que el arte había dejado de ser un hobby y comienza a realizar exposiciones; se convierte en un artista profesional…

Desde hace 20 años nos encargamos de difundir su obra y las satisfacciones se multiplican año a año. Sus exposiciones son un clásico en Buenos Aires, y es su intención que su obra sea conocida en todos los rincones de nuestra patria, donde es uno de los artistas más populares y admirados sobre todo por sus colegas y el público en general. Juan ha logrado sorprender y cautivar al observador con cosas sencillas y sin artilugios efectistas.

En los últimos años, también se ha demostrado como un gran comunicador de lo que hace y a través de sus “clases magistrales” convoca multitudes y en tan sólo 90 minutos nos revela todos los “secretos” de la realización de una obra, de una forma amena y didáctica. Admiro profundamente al hombre y al artista.