miércoles, 29 de abril de 2009

EL HUMO DEL TABACO AJENO TAMBIÉN DAÑA


ciencia

Según los datos de la Alianza Libre de Humo de Tabaco – Argentina (ALIAR), en los últimos dos años la protección legislativa contra el humo de tabaco ajeno en nuestro país ha avanzado significativamente, llegando a proteger al 30% de la población.

Mientras seis provincias y más de 20 ciudades en todo el país han adoptado leyes de ambientes 100% libres de humo de tabaco ajeno, también se han sancionado leyes parciales de control de tabaco que discriminan a los trabajadores de algunos sectores y que dan por tierra con los esfuerzos de garantizar el derecho a la salud de toda la población. Los ejemplos más notorios son los casos de la Ciudad de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires que han sancionado leyes de restricción parcial. Estas legislaciones permiten el consumo de tabaco en espacios cerrados como bares, restaurantes y lugares de entretenimiento. Con estas normas, los trabajadores se encuentran indefensos y expuestos a riesgos graves para su salud.

A nivel mundial desde 2000, según un informe de la Global Smokefree Partnership el número de países con leyes eficaces de control del humo de tabaco ajeno a nivel nacional o local ha aumentado de cinco a 33. A pesar de estos progresos, más de nueve de cada diez trabajadores en el mundo no tienen protección jurídica contra el humo de segunda mano.

A su vez, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe introductorio “Trabajo decente - Trabajo seguro” de 2005, advierte que la exposición al humo de tabaco ajeno es la causa de muerte de 1 de cada 7 trabajadores. Y afirma que la exposición al humo de tabaco ajeno es uno de los principales causantes de las muertes relacionadas con el trabajo por enfermedades cardiovasculares o circulatorias y por los accidentes evitables producidos por el consumo de tabaco como incendios y explosiones en los edificios donde se permite fumar.

Para Verónica Schoj, coordinadora nacional de ALIAR, “la exposición al humo de tabaco ajeno en los lugares de trabajo podría reducirse notablemente si, como recomienda la Organización Mundial de la Salud, se avanzara con legislaciones de ambientes 100% libres de humo de tabaco. El problema que acarrean las leyes que exceptúan de la prohibición de fumar a los lugares que se entienden como sitios de recreación como los bares, restaurantes, bingos, casinos y discotecas es que obligan a los trabajadores de esos lugares a exponerse a un grave riesgo para su salud ya que deben respirar humo de tabaco ajeno sin poder decidir sobre ello”.

“Muchas personas que trabajan en oficinas en las que no se puede fumar consideran que eso es una gran ventaja. Sin embargo, algunas de esas personas, cuando tienen que acatar la prohibición de fumar en bares o restaurantes se muestran disconformes. La pregunta que habría que hacer es por qué hay trabajadores que deben ser protegidos del humo de tabaco ajeno y otros que no. Los trabajadores gastronómicos, de servicios y de hotelería tienen los mismos derechos a la salud que un oficinista y eso no debe perderse de vista”, afirmó a Más que noticias Schoj.

Leah Tandeter, abogada miembro de ALIAR, afirmó que “las leyes 100% libres de humo de tabaco son más fáciles de implementar y generan menos controversia que las de restricción parcial. Las leyes que permiten fumar en ciertos espacios privados de uso público a su vez, arrastran un peor cumplimiento en todos los demás espacios debido a que establecen un nivel de matiz que lleva a arbitrariedades varias. En el medio, atrapados, están los trabajadores que son expuestos a mayores riesgos de morir por enfermedades relacionadas con el tabaco”.

La Alianza Argentina libre de Humo de Tabaco (ALIAR) es una coalición integrada por 80 organizaciones de la sociedad civil de todo el país que trabajan para promover los ambientes 100% libres de humo de tabaco en Argentina.